Regalos de aniversario y regalos en general

Hace unos días escribíamos sobre aquellos regalos que no se olvidan nunca. La mayoría de gente con la que hemos hablado del tema acudía a la infancia, a lo que recibió cuando era pequeño, cuando la ilusión se desbordaba con cualquier cosa.

Me dicen que hoy los niños tienen de todo y que cada vez es más difícil sorprenderlos por esa razón: porque lo tienen todo. Sé de fiestas de cumpleaños en donde los padres han pedido al resto de los padres que no hagan regalos a su hijo. Quizá porque no tienen sitio en la casa o simplemente por darle más sentido a los regalos, de forma que no pierdan su naturaleza, su sorpresa y, sobre todo, su carácter excepcional.

Quiero decir que los regalos, y los regalos de aniversario más todavía, deben ser excepcionales, únicos y exclusivos, y que de vez en cuando tenemos que hacer uno de esos regalos que no se olvidan nunca, sin necesidad de regresar a la infancia. Con un detalle hecho con y desde el corazón nos habremos ganado para siempre a esa persona, o esas personas que celebran unas bodas de plata o unas bodas de oro o solamente un aniversario de bodas.

Alberto Gutiérrez Delgado